¿QUÉ SON LAS SEMILLAS DE CANNABIS FEMINIZADAS?

Las semillas de cannabis feminizadas se desarrollan específicamente para producir predominantemente plantas de cannabis femeninas. En condiciones normales, las plantas de cannabis tienen dos géneros: macho y hembra. Las plantas macho producen polen, mientras que las plantas hembra desarrollan flores que contienen cogollos resinosos.

Las semillas feminizadas se obtienen manipulando la genética de la planta de cannabis para que las semillas resulten en plantas casi exclusivamente femeninas. Esto se logra generalmente sometiendo a las plantas hembras a un entorno estresante o tratándolas con ciertos químicos u hormonas, como plata coloidal o ácido giberélico. Estos tratamientos inducen una respuesta en la planta, provocando el desarrollo de flores masculinas que producen polen. El polen se usa luego para polinizar otras plantas femeninas.

Al manipular la genética de la planta y producir principalmente plantas femeninas, los cultivadores reducen la probabilidad de que surjan plantas macho y los riesgos asociados. Las plantas femeninas son valiosas en el cultivo de cannabis porque producen los cogollos resinosos ricos en cannabinoides como el THC y el CBD, que se buscan por sus propiedades psicoactivas y medicinales.

Las semillas de cannabis feminizadas son populares entre cultivadores aficionados y comerciales, ya que ofrecen una manera eficiente y confiable de obtener plantas femeninas sin tener que preocuparse por eliminar plantas macho.

DIFERENCIAS ENTRE SEMILLAS FOTOPERIÓDICAS Y FEMINIZADAS

La principal diferencia entre las semillas de cannabis fotoperiódicas y feminizadas radica en la genética y las características de las plantas que crecen a partir de ellas. Aquí están las diferencias clave:

• Género: Las semillas fotoperiódicas tienen el potencial de producir tanto plantas macho como hembras, mientras que las semillas feminizadas están diseñadas para producir predominantemente plantas femeninas. Esto significa que los cultivadores que utilizan semillas feminizadas tienen una mayor probabilidad de obtener plantas femeninas capaces de producir cogollos resinosos.
• Ciclo de luz: Las plantas fotoperiódicas son sensibles a la duración de las horas de luz. Comienzan a florecer cuando el periodo de oscuridad es lo suficientemente largo, generalmente alrededor de 12 horas o menos de luz por día. Las plantas feminizadas, por otro lado, no requieren un ciclo de luz específico para entrar en la fase de floración. Florecen automáticamente después de un cierto periodo de crecimiento, independientemente del horario de luz.
• Flexibilidad: Las plantas fotoperiódicas ofrecen a los cultivadores más flexibilidad y control sobre el ciclo de crecimiento. Ajustando el horario de luz, los cultivadores pueden mantener las plantas fotoperiódicas en la fase vegetativa tanto tiempo como deseen antes de cambiar a la fase de floración. Las plantas feminizadas tienen un ciclo de crecimiento y floración predeterminado, lo que las hace menos flexibles en este aspecto.